Síndrome del empleado quemado: ¿Cómo identificar y superar esta condición?

21 de enero, 2022

Cuando vemos en una empresa un trabajador con muestras de estrés laboral crónico, decimos que el mismo está afectado por el síndrome del empleado quemado. Esta afección, denominada también síndrome de burnout, se manifiesta como un estado de agotamiento físico y mental prolongado en el tiempo con efectos muy negativos. Llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador, el cual progresivamente sufre una pérdida de interés por sus actividades reaccionando psicológicamente mal hacia ellas.

El síndrome del empleado quemado se identifica mayormente en los profesionales que mantienen trato con público o clientes, pero se puede manifestar en cualquier ocupación.

¿Cómo identificar el síndrome del empleado quemado?

Existe mayor riesgo de padecer el síndrome del empleado quemado cuando existe discrepancia entre lo que se espera del trabajo y las actividades reales diarias. También si existe un ambiente laboral muy tenso y con relaciones laborales conflictivas. Los principales síntomas del síndrome del empleado quemado son los siguientes: 

1. Agotamiento físico y mental generalizado. La pérdida de energía del trabajador se manifiesta en todos los niveles de salud, observando:

• Señales de agotamiento físico. Puede aparecer fatiga crónica, aumento de peso o en su defecto, pérdida del apetito. Se puede reflejar también dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales o desorden del ciclo menstrual, en el caso de las mujeres.
• Señales de agotamiento mental. Se observa principalmente estrés y ansiedad, depresión o insomnio.

2. Despersonalización y cinismo. Con el síndrome del empleado quemado se refleja un cambio en el comportamiento del trabajador. Adopta una actitud de indiferencia y desapego y reduce su compromiso hacia el trabajo. esta condición se manifiesta en su relación tanto con clientes como con compañeros de trabajo. Incrementa su irritabilidad y el trato agresivo, el cual notan clientes, usuarios, familiares y entorno social.  
3. Descenso en la productividad laboral y desmotivación. Todo lo anterior repercute en una baja en la productividad laboral y desmotivación, la cual genera frustración y falta de realización personal. Falla su atención hacia las tareas, olvida frecuentemente sus deberes y muestra desidia generalizada, producto de la falta de concentración. 

El síndrome del empleado quemado se puede clasificar en cuatro niveles, a saber:

1. Leve. Pequeñas quejas, cansancio, dificultad para levantarse en la mañana.
2. Moderado. Cinismo, aislamiento, suspicacia, negativismo.
3. Grave. Enlentecimiento, automedicación con psicofármacos, ausentismo, aversión, abuso del alcohol o drogas.
4. Extremo. Aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos, suicidio.

Como se puede observar, el síndrome del empleado quemado puede llegar a ser grave, por lo que hay que atacarlo a tiempo. 

¿Cómo se puede superar el síndrome del empleado quemado?

El síndrome del empleado quemado se delata a través de diferentes síntomas, que provocan un bloqueo psíquico, haciendo que dejes a un lado tus metas y objetivos. Las claves para prevenir o superar esta afección las podemos resumir así: 

1. Diagnosticarlo. Si no se da esta condición no se puede avanzar en la solución.
2. Encontrar los factores causantes del estrés laboral y como solucionarlo.
3. Técnicas de relajación. Meditación, escuchar música relajante para reducir la ansiedad.
4. Descargar la tensión física. 
5. Ejercicio físico. Realizar deporte de manera rutinaria para descargar adrenalina, reducir la ansiedad y desconectarse de los problemas.
6. Aprender a gestionar las emociones. Adoptar en lo posible posturas asertivas intentando controlar las emociones para reducir el estrés acumulado en el trabajo.
7. Estilo de vida saludable. Descansar el número de horas indicadas, evitar sustancias como el tabaco, el alcohol.   
8. Ayuda profesional. Acudir a terapia psicológica ayuda a reducir el estrés cuando notas que el trabajo y lo que se le relaciona se convierten en un problema.

Por su parte las empresas también deben preocuparse por la calidad de vida de sus trabajadores e implementar programas de bienestar laboral. Esto puede ayudar a combatir o evitar el síndrome del empleado quemado.